domingo

Gran Bretaña, cuna de la Revolución Industrial, fue escenario del primer reconocimiento del Patrimonio Industrial a través del Council British Archaeology, con la creación de un comité especial para preservar los monumentos industriales (The National Survey of Industrial Monuments) allá por 1959.
Como una mancha de aceite, la conciencia de recuperación de un patrimonio olvidado se ha ido propagando por Europa, teniendo como máximos exponentes aquellos países donde la Revolución Industrial hizo mella, y llegando a España en la década de los noventa.

Pero sin duda, ha sido la difícil situación socio-cultural en la que nos encontramos inmersos, la que ha elevado a límites insospechados aquella preocupación por piezas arquitectónicas hasta entonces sin valor económico, pero si patrimonial. El patrimonio industrial juega un papel muy activo en la regeneración sostenible de aquellos antiguos paisajes desde la cliodiversidad haciendo de enlace del patrimonio con la geodiversidad y la biodiversidad.

La base territorial de Andalucía constituye una extraordinaria fuente de recursos naturales que han sido explotados desde los comienzos de la humanidad, constituyendo una de las claves del éxito económico y social del lugar. Por ello, es uno de los puntos clave para la propagacion de iniciativas que fomenten esa conciencia de puesta en valor y rehabilitacion de un patrimonio hasta entonces no reconocido.
Una ellas es la Fundación DETEA, la cual  organiza desde el 2002 los Premios DETEA al Fomento de la Arquitectura Industrial en Andalucía, sacando cada año a concurso la propuesta de rehabilitación de un edificio del patrimonio industrial andaluz. Con ello se pretende fomentar la creación de entornos industriales modernos, acogedores y adaptados a las tendencias actuales del mercado, acogiéndose a criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, así como estéticos y funcionales desde el punto de vista humano sin que ello infravalore su uso industrial. Se pretende el reconocimiento de la arquitectura industrial como una simbiosis que aúna productividad y regeneración activa del patrimonio.




 


Sin embargo, esa preocupación por la herencia de la Revolución Industrial, no solo queda relegada al ámbito institucional, sino que actualmente se realizan multitud de iniciativas que fomentan un acercamiento activo de las nuevas generaciones de arquitectos al problema de sostenibilidad, inculcándolo bien desde las propias escuelas de arquitectura o a base de workshops o ciclos de conferencias, que hacen que los futuros arquitectos se involucren y asuman el problema como un punto de partida.




El primer seminario FRONTEiRAS se centra en Ayamonte y Vila Real de Santo Antonio, dos municipios que consiguieron desarrollar una importante industria conservera y salazonera. Se proponen dos áreas de trabajo separadas por el Guadiana, pero unidas por una historia común, el abandono de dichas fábricas. En ambas se detectan vacíos, rupturas, obsolescencias y destrucción. El acercamiento, la comprensión y el estudio de los problemas de ambas zonas permitirán, a través de Talleres y Encuentros con profesionales, aportar un mayor conocimiento del potencial de estos Paisajes de la Memoria.






No hay comentarios:

Publicar un comentario